Las espinaca se encuentra entre mis verduras favoritas, por
eso publico tantas recetas con ellas, en este caso unos canelones, que si bien
son un autentico latazo de preparar, la recompensa de su sabor hace que el
esfuerzo merezca la pena. Para los muy vagos o poco habilidosos, se pueden
preparar esta receta como si fuera una lasaña.
NOTA TONTA DEL DIA: La pasta para canelones que venden en
los supermercados, la hay de dos tipos, normales y precocinadas. Yo usé unas láminas precocinadas de Gallo que sólo tienen que estar en agua
caliente, pero el paquete sólo trae 12, por lo que tuve que coger unas láminas
que tenía de lasaña, también precocinadas,
las corté una vez cocidas para que me cuadrara el tamaño… Monté un lío
en la cocina, porque me di cuenta que me faltaban cuando estaba rellenando los
canelones, eran ya casi las tres de la tarde y aún tenia la bechamel sin
hacer, y las placas tardan un rato en hidratarse, al final me faltaban manos
para todo.
He contado este rollo, para que las personas no muy
experimentadas en cocina no se agobien, que al final sale todo, aunque a veces
la cocina se desborde. Este blog es para que los que al igual que yo, han
aprendido a cocinar gracias a recetas sacadas de internet y le pierdan el miedo a los fogones, porque la
cocina sólo requiere algo de paciencia, una mínima habilidad que se adquiere con la práctica y algo de sentido del gusto.
Otro día cuento alguno de mis fracasos más sonados, que puede dar para una nueva etiqueta.
Otro día cuento alguno de mis fracasos más sonados, que puede dar para una nueva etiqueta.
INGREDIENTES
1 Paquete de láminas de pasta para canelones. Se necesitan unas 16.
1 bolsa de espinacas frescas (400gr - 500gr). Pueden usarse congeladas, pero
están más buenas frescas.
1 puñado de piñones
1 puñado de pasas
3 dientes de ajo
300 ml. De nata.
Queso parmesano rallado para gratinar. Por favor usar un
queso de calidad, no esos polvos envasados, tu paladar lo agradecerá.
Aceite de oliva, nuez moscada, pimienta negra y sal.
Para la bechamel:
¾ l de leche, 1 cucharada de harina, 2 cucharadas de
mantequilla, sal y nuez moscada.
PREPARACIÓN
Preparar el tipo de pasta que hayas elegido siguiendo las
instrucciones del envase, la precocinada son 20 minutos en agua caliente, no
hirviendo. La normal unos 12 minutos hirviendo. Cuando cumpla el tiempo
reglamentario, dejar extendida sobre un paño para que absorba el exceso de
humedad.
Cocer las espinacas en agua con sal, las frescas con 5 min hirviendo es suficiente. Una
vez cocidas escúrrelas bien.
En una sartén con poco aceite, sofríe el ajo cortado en
láminas, las pasas y los piñones. Cuando el sofrito tome color agregar las
espinacas, mézclalo todo bien y echa un poco de pimienta negra.
Rehoga unos minutos, y después vierte la nata, adereza con
algo de nuez moscada y cocínalo hasta que espese. Es conveniente que remuevas
de vez en cuando.
Cuando estén listas las espinacas, procedemos a rellenar los
canelones, calcula un poco a ojo la cantidad suficiente para rellenarlos, y
ayudándote de una cuchara vas depositando en el medio de la pasta las
espinacas, y después cierras con cuidado el canelón y colocas en una fuente
para horno.
Preparas la bechamel, cubres con ella los canelones y
espolvoreas al final con el queso rallado.
Metemos en el horno precalentado al máximo y gratinamos,
cuándo el queso esté fundido y algo dorado, ya está listo para servir.
Disfrutarla.
BRICONSEJO: Usar nata normal, no nata para cocinar que es un
timo de marketing, la nata para cocinar es la misma pero con más agua, por lo
que tiene que estar más tiempo cociend para tener el mismo resultado. Y NO
engorda menos que la nata normal.
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