El queso gorgonzola es el más famoso
queso azul italiano, aunque para mi gusto, su sabor es algo más suave que el
roquefort. No es imprescindible en la
receta, se puede sustituir por otros quesos azules, siempre que estos no sean
demasiado fuertes.
He usado esta receta de Directo alPaladar, variando algo las cantidades, pero usando los mismos ingredientes. Es
el tercer risotto que publico, es una de mis formas favoritas de tomar arroz,
tan cremoso y suave.
INGREDIENTES (3 raciones abundantes)
2 vasos de arroz arborio (Unos 300
gr.) He usado el de Nomen para risotto.
1 litro de caldo. En este caso mi
caldo de carne.
2 peras maduras
150 gr. De Gorgonzola
1 cebolla
½ vaso de cava. He usado cava, porque
no tenía vino blanco en casa, ni ganas de bajar a comprar. La receta es con
vino, pero la improvisación resultó bastante bien.
1 cucharada de mantequilla
Pimienta negra, nuez moscada.
Queso parmesano en lascas para
adornar.
PREPARACIÓN
Se prepara como todos los risottos,
una vez pillada la técnica del sencillo, lo accesorio es añadir o quitar cosas.
Pelamos y cortamos las peras en dados
pequeños, reservándolas. También cortamos el queso gorgonzola en dados y
reservamos.
En una sartén derretimos la
mantequilla y echamos la pera en trocitos, hacemos a fuego medio para
ablandarla. Tardan aproximadamente entre
15 y 20 minutos, depende de lo maduras
que estén.
En otro cazo ponemos el caldo a
calentar fuego medio.
Pelamos y picamos finamente la
cebolla, sofreímos a fuego medio en una olla con el fondo cubierto de aceite de
oliva. Cuando esté transparente, le añadimos el arroz y lo rehogamos unos 5
minutos, después le echamos el cava o vino, removemos bien y dejamos cocer
otros 5 minutos, para que se evapore todo
el alcohol.
Le incorporamos la mitad del caldo que
estará caliente, vamos removiendo de vez en cuando.
Cuando este bastante consumido el
caldo, le sumamos la mitad del restante (como un vaso es decir 250 ml). Y seguimos
removiendo.
Una vez “gastado” este caldo, añadimos el resto del caldo, removiendo a
menudo. Cuando ya esté consumido todo el caldo, aunque tampoco debe quedar muy
seco este arroz, es el momento de agregarle las peras, reservando unas pocas
para adornar.
Removemos mezclando bien las peras y
apagamos el fuego. Le incorporamos el queso, mezclándolo todo bien para que
quede una textura cremosa. Completamos con una pizca de pimienta negra y nuez
moscada.
Servimos caliente, con las peras
reservadas por encima y unas lascas de parmesano.
Disfrutarla.
BRICONSEJO: El secreto de los risottos
es echarle de poco a poco el caldo y remover mucho. Un truco para calcular el
caldo es probar antes de echar la última parte del caldo para ver como va de
textura, el risotto debe quedar cremoso por fuera y algo duro por dentro, de
esta forma podemos calcular si nos hemos quedado cortos (en este caso se
soluciona con un poco de agua caliente) o por el contrario no es necesario
añadirle todo el caldo restante.
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