3 de mayo de 2012

MERMELADA DE FRESA

Como comenté hace tiempo, compré una caja de fresas que tenían una pinta estupenda y estaban bien de precio. Lo malo de las fresas es que son muy perecederas, por lo que tenía miedo, al tener tanta cantidad podían estropearse, eso me llevó a buscar recetas de mermelada de fresa casera, tras leer varias, donde los tiempos y la proporción de azúcar variaba bastante, desde igual peso en fresas y azúcar, a cantidades de 650 gr. por kilo. Al final decidí hacer una proporción de 3/4 algo escasos de azúcar por kilo (1 kg y 100 gr.  fresas - 800 gr. azúcar) y el resultado no ha quedado excesivamente dulce, perfecto para mis tostadas de desayuno. Supongo que esto va en gustos, yo no soy excesivamente golosa para el azúcar pero si te gusta muy dulce algo más de azucar no varía la forma de preparación.


La receta es muy sencilla, y no necesita mucho tiempo aunque parezca lo contrario, porque hay que dedicarle un día a la preparación, ya que requiere de un macerado de al menos 6 horas, aunque como el proceso son dos fases, no necesita de atención constante.

El remate de la receta es la conservación de la mermelada, en el briconsejo explico como esterilizar los botes y envasarlos al vacío, algo que no lleva mucho tiempo, pero que es imprescindible.

Con ustedes mi primera mermelada:




INGREDIENTES (Para 1 kg de fresas, la cantidad de mermelada es 1 litro clavado)

1 kg de fresas
¾ kg. Azúcar
El zumo de medio limón.


PREPARACIÓN

Lavamos bien las fresas, quitamos el rabo, las troceamos y pesamos.

Colocamos en la cacerola donde prepararemos la mermelada, distribuyendo las capas de  fresas y azúcar, siendo la primera de fresas y la última de azúcar. 

Tapamos con un paño y dejamos macerar al menos 6 horas. La maceración hace que se disuelva el azúcar, y se forme un almíbar natural, no hay que añadir agua en ningún momento.

Transcurrido el tiempo de maceración, ponemos a cocer a fuego bajo, al menos media hora desde que comience a hervir, removiendo a menudo para evitar que el azúcar pueda caramelizarse en el fondo.

Una vez terminada la cocción retiramos del fuego, añadimos la mitad del zumo de limón (como una cucharada) pasamos por la batidora y volvemos a poner al fuego, removiendo a menudo, la dejamos otra media hora para que espese. 

Si te gusta con tropezones la puedes pasar por el pasapuré o por el chino, aunque es más trabajoso y el sabor no varía demasiado.

Hay que tener en cuenta que la textura caliente es mucho más líquida que al enfriarse, no nos vayamos a pasar de tiempo y la mermelada termine en compota.

Cuando retiramos del fuego, añadimos otra cucharada de zumo de limón y removemos bien. Envasamos caliente en los tarros, y la envasamos al vacío (Briconsejo). Con esto ya está lista para nuestros desayunos o tartas.

Disfrutarla.


BRICONSEJO: Como envasar al vacío.
 Esterilizar los botes : Para ello en una cacerola los hervimos durante unos 10 ó 15 minutos, después los colocamos sobre un paño limpio boca abajo sin necesidad de enjuagarlos. Es recomendable colocar un paño en el fondo de la olla para que al hervir, con el movimiento no se golpeen demasiado. Si tienes un buen lavavajillas, con lavarlos a temperatura muy alta también llega.

Envasar las conservas:
Rellenamos los botes con la mermelada en caliente, hasta arriba del todo, hay que hacerlo con cuidado para no quemarse (he usado de una jarra pequeña) después cerramos muy bien, colocamos boca abajo los botes y dejamos enfriar. Lo de dejarlos enfriar boca abajo es para que no se forme vapor en la tapa, que puede convertirse en desagradable moho.
Cuando estén fríos, ponerlos a hervir unos 20 minutos, al igual que con la esterilización, poner un paño en el fondo. Con esto ya podemos tener mermelada en conserva para todo un año.

Esto vale tanto para escabeches, como para mermeladas, frutas en almíbar, tomates, etcétera. En el caso de otras conservas, el procedimiento es igual, siempre llenar los botes hasta arriba con el liquido que sea.

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