13 de septiembre de 2011

La Declaración de principios.

Soy una asidua y ardua lectora de blogs de cocina, gastronomía y recetas en general, les robo las recetas impunemente, y las comparto con mis amigos, conocidos o el carnicero. Pero me encuentro con muchos problemas a la hora de preparar muchos platos, ingredientes difíciles de encontrar, o que los venden en cantidades que no merece la pena comprar porque terminaría por tirar la mitad si son perecederos, además de cacharros de cocina que no tengo ni me apetece o puedo comprar, como la puñetera termomix del infierno... Entre otras razones porque no tengo donde guardar tanto trasto.

Mis recetas seran sencillas, con ingredientes muy normales y de precio razonable, la mayoría serán rápidas, las cantidades las echo medio a ojo, normalmente cocino sólo para dos personas.

Diré las marcas de los productos que me gusta usar y no porque me paguen para publicitarlos (ya me gustaría). A veces hablaré de algún restaurante, también haré una defensa fanática del aceite de oliva extra virgen (es lo que tiene ser de pueblo y tener olivar) y no siempre creo que pueda poner fotos del plato aunque lo intentaré.
Me temo que las fotos seran demasido cutres, como creo que será un poco el blog, pero esto es de una aficionada sin medios y sin casi tiempo, solo buena voluntad.

Cuando la receta sea sacada de internet, enlazaré con el blog en el que me he inspirado o copiado directamente.

Lo más importante, mis recetas están echas todas con el ingrediente más importante, el cariño, sin ánimo de ser cursi, la cocina es amor, porque al final lo que cocinas te lo comes tú y las personas a las que quieres.

Como esto comienza ahora, según vaya avanzando ya veré como me organizo, si alguien quiere leerme, avisado queda.

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