Queda especialmente bien con queso de cabra y con la carne
de cerdo.
INGREDIENTES
1 Cebolla.
3 cucharadas soperas de azúcar (mejor si es morena)
1 poco de sal.
Aceite de oliva.
PREPARACIÓN
Pelamos y cortamos la cebolla, a mi me gusta cortarla en
rodajas finitas, en juliana, pero también se puede picar en trocitos
(brunoise).
En una sartén que no se pegue, cubrimos el fondo de aceite
de oliva, calentamos el aceite y echamos la cebolla, vamos dejando que se haga
lentamente, con el fuego bajo, y removiendo para que se haga bien y no se
queme. Salamos para que sude.
Tarda bastante, hacer esta receta en condiciones lleva una
media hora.
Cuando la cebolla esté más que transparente y empiece a
coger color, agregamos el azúcar y removemos, que se vaya mezclando lentamente
y caramelice bien el azúcar con la cebolla. Todo esto sin parar de remover,
cuando tenga el tono que buscamos y quede poco líquido retiramos del fuego.
Disfrutarla.
BRICONSEJO Como último paso, a veces también lo preparo
(sobre todo si hay prisa) es añadirle un poco de vinagre balsámico, le aporta
un plus de sabor y algo más de color, pero no es estrictamente necesario.
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